Periodoncia
El término periodoncia engloba todo lo relacionado con la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades y condiciones que afectan los tejidos que dan soporte a los órganos dentarios.
Las enfermedades periodontales o de las encías usualmente causan daño en los tejidos que recubren los dientes. Las más frecuentes son la gingivitis y la periodontitis. La gingivitis es la inflamación de las encías puede ser debido a diferentes causas, como por ejemplo la acumulación de sarro entre diente y encía provoca la inflamación y sangrado de las mismas, así como también puede ser por ingesta de algunos medicamentos, por genética, enfermedades sistémicas, síndromes, embarazo, trastornos hormonales, entre otros.
En el mayor de los casos, si no se trata a tiempo, la gingivitis puede desarrollar una periodontitis. Esto significa que ya no solamente está siendo afectada la encía, sino que dentro de la encía y diente vivirán más bacterias, ocasionando la presencia de bolsas periodontales, recesiones gingivales, pérdida de hueso dental, movilidad de los dientes y posteriormente la pérdida de los mismos.
En la fase inicial de esta enfermedad el tratamiento es un curetaje, con el que se raspa y alisa la raíz del diente y se elimina la placa bacteriana y el sarro de las bolsas periodontales. Sin embargo, si la enfermedad está avanzada podría ser necesario practicar una cirugía periodontal para conseguir este objetivo y, de ser necesario, utilizar técnicas para regenerar el hueso que se haya perdido o cirugías mucogingivales para reposicionar la encía o colocar injertos. Tras el tratamiento de periodoncia es conveniente un mantenimiento sostenido cada 3 ó 6 meses, consistente en la visita periódica al odontólogo para que evalúe la higiene bucal del paciente y proceda a una limpieza dental.
La mejor forma de prevenir la enfermedad periodontal es mantener una correcta higiene bucal mediante la utilización de un cepillo adecuado, hilo dental o cepillos interdentales, además de un dentífrico adecuado, colutorio y otros productos antisépticos que ayuden a controlar la proliferación de bacterias en la boca. Todas las personas deberían ir a la consulta del odontólogo para que se les realice una profilaxis dental al menos una o dos veces al año.
Implantología Oral
La implantología oral es la especialidad de la odontología que se ocupa del diagnóstico, planificación y ejecución del tratamiento orientado a la reposición de las piezas dentales perdidas y restaurar así la estética y funcionalidad masticatoria.
Un implante dental es considerado como un dispositivo médico. La mayoría de los implantes actuales se elaboran con titanio o con una aleación de titanio con superficies modificadas, y se insertan en el hueso maxilar como “raíces artificiales”. Sirven para apoyar y/o estabilizar diferentes tipos de prótesis dentales fijas o removibles en pacientes que desean remplazar dientes ausentes. Las indicaciones van desde el reemplazo de un único diente hasta la arcada completa. Los implantes bucales también pueden utilizarse como anclaje en el movimiento dentario ortodóncico y permitir el movimiento unidireccional del diente sin originar movimientos indeseables en otros dientes.
La colocación de un implante se realiza generalmente en tres etapas:
Quirúrgica: consiste en la instalación del implante dentro del tejido óseo mediante una cirugía de implantes.
Conexión: consiste en la exteriorización de los implantes que han estado sumergidos, colocándoles unos pilares especiales.
Rehabilitación: consiste en la construcción de la prótesis que ira soportada en los implantes, dependiendo del caso existen diversas formas de tratamientos rehabilitadores para cada paciente.
Para una consulta con la Dr. Llinás:
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